¿Quieres un cambio de look pero no demasiado radical? El cabello es un mundo infinito de posibilidades pero no siempre todas te van a quedar bien. ¡Descubre lo que dicen nuestros expertos en peluquería!
El color de cabello tiene que combinar bien con todo lo que llevamos encima: con nuestra ropa, nuestros complementos y, muy importante, nuestro tono de piel y ojos. Pero si realmente quieres elegir un tono de cabello natural en lo primero que te tienes que fijar en en la piel, que es con lo que más va a resaltar. Es muy importante tener en cuenta este detalle, por lo que te dejamos abajo una clasificación que, en todo momento, puede variar.
La piel es con lo que más resaltará nuestro cabello debido a nuestro rostro. Otras características como color de ojos, forma de nuestros pómulos, etc, pueden influir, pero el color de piel es el primer indicador esencial a tener en cuenta.
Piensa que nuestra piel no es estática: a menudo varía según el sol que tomamos, las horas permanecemos dentro de una oficina, los bronceadores… Son muchas las variables a tener en cuenta. Cuando vayas a teñirte, piensa en el presente y futuro de tu piel, ya que si piensas broncearte, ¡Es mejor teñirse después!
Ahora mírate al espejo y, ¡Valora tu misma!
Las pieles de otoño pueden ser de un color muy claro o tener un tono más oscuro. Para este tono de piel te puede ir muy bien acentura el color de tu cabello con tonos rojizos y cobrizos; los castaños cálidos no te irían mal, como el castaño claro o el cobrizo dorado, que pueden ser una buena elección. Y si quieres apostar por el rubio te recomendamos un tono rubio dorado evitando el tono ceniza. ¿Preparada para los reflejos? ¡El rojo cobrizo es una buena elección!
Las pieles de invierno son muy claras, con tonos azulados o fríos. Si tu cabello tiene tonos naturales cálidos basta con resaltar un poco su brillo, pero puedes optar por colores naturales como el negro azulado, el berenjena o el caoba. Y si coger las colorazones de tu mismo tono natural realzarán la belleza y el brillo, pero debes ir con cuidado: si aclaras el cabello oscuro pueden aparecer reflejos rojizos, las mechas claras se volverán rojizas y alterarán tu apariencia de edad. ¡Evita los amarillos dorados!
Las pieles de primavera son aquellas en la que la piel es clara, transparente, con tonos tirando a dorado o melocotón, que se sonroja con mucha facilidad. Este tipo de pieles les va muy bien un rubio dorado, un rubio oscuro o un natural castaño nuez. Puedes probar con un natural cobrizo intenso o un veneciano, pero tienes que evitar a toda costa los tonos ceniza o colores más oscuros, ya que tu piel resaltará demasiado.
Las pieles de verano tienen un tono sonrosado con matices azulados y violetas, que les puede ir bien unos reflejos plateados o en rubio platino. También puedes probar con unos reflejos oscuros o con un color natural rubio ceniza, marrón ceniza o rubio platino. Y si no puedes buscar un tono burdeo, pero debes evitar los rojo caoba, cobrizo y rubios dorados. ¡Alterarán tu apariencia real!
