A menudo hemos hablado de cómo mejorar tu cabello pero, ¿alguna vez te has preguntado cómo lavártelo? Seguro que ya tienes una rutina, pero en ocasiones no siempre hacemos lo correcto. ¡Vamos a repasar algunas nociones básicas para que tu cabello crezca fuerte y sano!
Y es que en ocasiones tenemos una rutina tan establecida que no pensamos en el hecho de poder estar causando un daño perjudicial con el paso del tiempo. Por eso es bueno repasar algunos consejos que quizá mejoren tu calidad de vida. Recuerda que tener un cuero cabelludo sano y fuerte es sinónimo de tener un pelo precioso y robusto.
Eso sí, ten en cuenta que todo esto que te vamos a contar es en líneas generales. Cada persona es un mundo, y cada cabello también. Por eso es importante que conozcas bien el tuyo. En este artículo hablamos de lo importante que era conocer el color.
También hemos hablado de lo importante que es el bioma del cuero cabelludo. Como puedes ver, el pelo es más que una mata: es un organismo vivo y si no lo tratas con cuidado, las consecuencias saltan a la vista.



- ¿Usas algún tipo de fijación? Si es así, lo primero que debes de saber es que es conveniente usar un peine fino y suave para retirar la mayor parte del residuo posible. Hazlo con cuidado, siguiendo la forma del cabello, sin pegar tirones. Detente cuando encuentres resistencia y repite la operación hasta que veas que el cepillo pasa con total naturalidad.
- Moja tu cabello con agua tibia. El agua caliente puede ser perjudicial para tu cuero cabelludo. Recuerda que tenemos un bioma que se encarga de mantener la grasa del mismo, y si lo destruimos con altas temperaturas, crearemos una situación casi irreversible con la que tendremos que lidiar más adelante.
- Champú: La cantidad de producto depende de la cantidad de cabello que tengas, pero recuerda que en ocasiones poco es suficiente. Evita los champús mentolados o que tienen fuertes olores puesto que a menudo disponen de productos que son perjudiciales para el cabello. Usa la cantidad suficiente, ni más ni menos: no tan solo estarás malgastando el producto, si no que podrías obtener un resultado contrario al deseado.
- Aclarado: una vez termines, asegúrate de lavarte bien a fondo el cabello. Es conveniente que lo hagas inclinando la cabeza con cuidado, masajeando el cuero cabelludo con la finalidad de estimular el riego sanguíneo. Un último aclarado con agua un poco más fría rematará la jugada, así que no tengas miedo de hacer un último cambio de temperatura.
- Secado de cabello: ¡Cuidado con las toallas! A menudo tendemos a frotar nuestro cabello con la misma, pero eso es peligroso. Al lavarlo solemos dejar nuestro bioma del cuero cabelludo expuesto y durante unos minutos será débil, así que lo mejor es que presiones la toalla contra tu cabello para irlo secando.
- Por último, hay que peinarlo. Es conveniente hacer eso bien, de nuevo con un peine fino y asegurándonos que no aplicamos tirones al mismo. Hazlo con suavidad y no dejes el cabello empapado, ya que podrías perjudicar el bioma de tu cuero cabelludo.
